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Antes de ir a una entrevista de trabajo es conveniente realizar algunos ejercicios de preparación y entre ellos, pues crear una lista de las actitudes que no son apropiadas para el contexto laboral. Nuestra forma de comunicarnos, hablar y dirigirnos al entrevistador es fundamental, siendo nuestro comportamiento un determinante crucial.

Por ello, debemos enfrentarnos a la entrevista con una actitud positiva y estructurar toda la información de nuestro currículum vitae que queremos transmitir de forma adecuada.

Los actitudes y palabras que no hay que usar en la entrevista

Es cierto que tu experiencia y formación influyen en tu candidatura. Sin embargo, si quieres conseguir tu primer empleo y te han llamado de una entrevista de trabajo, debes de saber que la actitud que muestres puede equilibrar la balanza hacia un lado u otro. Algunos candidatos no son conscientes de la importancia de ciertos gestos, por eso, te ofrecemos un listado de actitudes que debes tratar de evitar.

  • Inseguridad: Es normal que estés nervioso, o que no sepas cuál es la respuesta perfecta. Pero no te preocupes, los entrevistadores saben que una entrevista es un momento de tensión y no buscan que sepas todo, si no que tengas una actitud positiva. Evita decir palabras como «quizás», «no sé», «a lo mejor». Si no estás seguro de algo, puedes responder «según mi experiencia… sin embargo, estoy abierto a nuevos enfoques en este ámbito».
  • No hables mal de tu antiguo jefe o empresa: Hablar mal de antiguos jefes o empresas es muestra de deslealtad corporativa. Ningún reclutador seleccionaría a un candidato así. Si has estado en una empresa en la que no ha ido todo lo bien que esperabas, céntrate en lo positivo y en lo que te ha aportado profesionalmente. Trata de ofrecer una respuesta neutral al respecto.
  • No seas egocéntrico: Es imposible que todos tus logros profesionales los hayas conseguido en solitario. Reconoce la labor de tu equipo para demostrar que saber colaborar y liderar proyectos. Destaca tus virtudes y experiencia relevante de forma sutil y siempre aportando ejemplos
  • No muestres indiferencia o aburrimiento: Haz preguntas interesantes que demuestren tu interés en el sector. Prepararte una lista de preguntas para plantear es una buena opción para mostrar interés. Cualquier actitud que implique desprecio por la compañía- por pequeña que sea- te relegará al último puesto.
  • No ruegues: la desesperación puede ser un motivo de descarte en la entrevista de trabajo. Aunque haga tiempo que no consigues una entrevista o lleves un periodo en el paro, es importante mostrarte calmado. Trata de mostrar interés en la empresa y en tu crecimiento profesional pero no supliques que te contraten.
  • No te muestres impaciente ni nervioso. Mantener la calma en situaciones difíciles es un valor añadido para cualquier trabajador. No pidas que te den noticias del proceso de selección de manera inmediata, ya que lo más probable es que quedes descartado. Es mejor que preguntes acerca de una duración aproximada de la fase de selección.

¿Qué cualidades debo mostrar en una entrevista de trabajo?

Tus habilidades y fortalezas son factores suficientes para cautivar al personal de recursos humanos. Por ello, debemos cuidar la primera impresión, siendo los primeros 20 segundos decisivos para establecer una buena relación interpersonal.

  • Proactividad: La capacidad de tomar la iniciativa y explorar nuevos horizontes más allá de lo estrictamente establecido es fundamental para cualquier empresa que quiera crecer. Las personas proactivas abordan las entrevistas de trabajo como un diálogo en el que se buscan soluciones.

No te limites a responder a lo que se te pregunta, trata de plantear cuestiones acerca del funcionamiento de la empresa y de sus logros.

  • Responsabilidad y compromiso: Más allá de tu formación y experiencia, las empresas buscan candidatos capaces de comprometerse con su proyecto, de cumplir plazos y de asumir responsabilidades. Explica a la empresa tu motivación personal con ellos
  • Implicación: La implicación con los valores de la empresa es un punto a tu favor, especialmente en empresas con valores muy definidos y filosofías de trabajo claras.

Hacer preguntas sobre las últimas novedades de la empresa mostrará a tu interlocutor que estás realmente interesado en formar parte de ella ya que estás al día de las últimas noticias.

  • Actitud positiva: será la clave para conseguir buenos resultados y obtener el puesto de trabajo. Cuando hables de periodos menos brillantes de tu currículum (periodos de inactividad, trabajos con escasa relevancia) subraya como te ayudó a mejorar profesionalmente.

Si la oferta no es como esperabas, pregunta acerca de las condiciones. Es mejor que valores después de la entrevista si te interesa o no sin cerrarte las puertas de la empresa a otra posible oferta.

  • Adáptate a la situación y sé flexible: Adapta tu actitud a la persona que te entrevista y muestra flexibilidad a la hora de realizar el puesto ofertado. Si la entrevista se retrasa unos minutos según lo previsto o la oferta de trabajo no es exactamente como esperabas, muéstrate abierto a negociar.
  • Amabilidad: Sé educado en todo momento y mantén el contacto visual con el entrevistador. Estas actitudes, además de mostrar seguridad en ti mismo, harán ver a tu entrevistador que eres una persona agradable. Recuerda que todas las personas de una organización son fundamentales, así que bajo ningún concepto hagas muestras de desprecio hacia cualquier trabajador con el que te cruces en las oficinas.
  • Sinceridad:  Mentir o exagerar logros profesionales es un error muy grave porque tarde o temprano se descubrirá. Sé sincero y, si tienes alguna carencia, muestra tu interés en mejorar y formarte.

Recuerda que la empresa que te ha seleccionado ya conoce tu currículum y sus carencias. Si te falta experiencia, subraya tu interés por seguir un programa de formación continua.

  • Asertividad: Ser capaz de expresar tus ideas sin herir a los demás es una clave fundamental para evitar problemas en los equipos. Por eso, no tengas miedo a pedir que te aclaren una pregunta que no has entendido o a plantear tus sugerencias de mejora en la empresa. Evita utilizar adjetivos calificativos despectivos.

El lenguaje no verbal es clave para mostrar una actitud asertiva. No cruces los brazos ni expreses incredulidad.

  • Ilusión y perseverancia: Un trabajador apático o desmotivado no ayudará a la empresa a progresar. Por eso, debemos transmitir ilusión por mejorar profesionalmente y contribuir al crecimiento de la empresa.
  • Puntualidad: Has de llegar 10 minutos antes de la hora concertada para evitar llegar tarde e ir con tranquilidad causando una impresión de orden y eficacia. Si por cualquier motivo crees que te vas a retrasar, llama por teléfono 15 minutos antes de la cita e informa al responable de recursos humanos y, por supuesto, discúlpate.
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