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Son muchas las personas menores de 25 e incluso 30 años, que realizan unas prácticas en empresas con remuneraciones insuficientes (a veces incluso inexistentes) y, en muchos casos, realizando las tareas propias de sus compañeros contratados. El abuso en las prácticas de empresa es un tema peliagudo y de gran trascendencia, pues varias son las empresas que abusan de la necesidad y vulnerabilidad de estos colectivos. Por este motivo, vamos comentarte cuáles son las señales de alerta más importantes que debes detectar si eres becario y quieres saber si tu situación es regular o si, en cambio, no se están reconociendo todos tus derechos laborales como becario. ¡Toma nota!

Situaciones irregulares en unas prácticas de empresa
Kaspars Grinvalds || Shutterstock

Cómo detectar unas prácticas en empresa abusivas

Desgraciadamente, las situaciones abusivas en las prácticas de empresa están a la orden del día, y aunque cada vez estén más reguladas, hay ciertos aspectos que debes aprender a identificar:

1. Estás realizando unas prácticas no laborales y cuentas con una titulación oficial

Este es quizá la principal señal de que algo no cuadra: si estás realizando prácticas no laborales en empresas, pero actualmente cuentas ya con una titulación oficial, estás ante un abuso.

Siendo titulado, las prácticas que realices deberían ser laborales, pues cuentas con los conocimientos necesarios y con las acreditaciones pertinentes para llevarlas a cabo. La alternativa en este caso tendría que ser, por ejemplo, un contrato de trabajo en prácticas, perfectamente legal y mucho más beneficioso para el trabajador.

GaudiLab || Shutterstock

2. Estás realizando unas prácticas extracurriculares y todavía no te has graduado

Si, por el contrario, no cuentas aún con una titulación, pero estás buscando complementar tus estudios con prácticas, puedes hacerlo perfectamente, pero bajo ciertas condiciones si no quieres verte involucrado en otro abuso por parte de las empresas.

Estamos hablando de las prácticas extracurriculares, esas prácticas por las que el becario no cobra nada ni cotiza (por no contar aún con la formación pertinente) pero tampoco se incluyen en su plan de estudios. Las prácticas realizadas por no titulados deberían ser siempre, por lo tanto, curriculares. Esto quiere decir que, al hacerlas, estamos completando de forma oficial nuestra formación, adquiriendo a cambio una serie de créditos.

3. Llevas más de 9 meses trabajando como becario

Una gran cantidad de expertos en recursos humanos opinan que un becario que lleva trabajando en la misma empresa más de 9 meses, está listo para ser contratado. Si sus jefes están contentos con el desempeño de su actividad, no hay razón para seguir manteniéndolo bajo la figura de becario, a no ser que lo que se esté produciendo sea un abuso.

Pressmaster || Shutterstock

4. Realizas unas prácticas no laborales… y no percibes remuneración alguna

Las prácticas no laborales se deben remunerar. Puede que seas becario, pero tienen que pagarte por tu trabajo o por las tareas que realizas en la empresa. Sin embargo, debes saber que lo mínimo exigible legalmente para este tipo de relación entre becario y empresa es muy bajo: tan solo el 80 % del IPREM, un indicador que ronda los 537 €. Aun así, fíjate muy bien en que lo que percibas no sea inferior a esta cifra.

5. Tu empresa en prácticas está cometiendo alguna irregularidad

¿Hasta qué punto un becario tiene derecho a paro? Además de todo lo comentado hasta ahora, las empresas intentarán en todo momento que la modalidad a la que te acojas como becario no requiera cotizar a la Seguridad Social. Y es que esto conlleva un gasto importante para las organizaciones, pero un perjuicio muy grave para el becario, que al terminar su actividad no tendrá derecho a paro ni habrá cotizado para su jubilación. Revisa muy bien que efectivamente la empresa no esté cometiendo ninguna irregularidad en este sentido.

6. Tienes las mismas responsabilidades que un empleado normal y corriente

Es en este último punto en el que deberás extremar la alerta, pues no es poco habitual que a un becario se le vayan adjudicando funciones hasta recopilar las mismas responsabilidades que un empleado normal. Esto algo es irregular, pues se entiende que al becario no se le convierte en contratado porque todavía no tiene las competencias suficientes para serlo.

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