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¿Sientes que te encuentras en una situación laboral que realmente no mereces? ¿Percibes constantemente un temor a que los demás se den cuenta de tus debilidades? ¿Crees que tu éxito, en realidad, no se debe solo a tu trabajo sino a la suerte que has tenido en algún punto de tu recorrido? Si has respondido que sí a estas preguntas, es porque en ocasiones te sientes un auténtico impostor en tu trabajo. Pero no te preocupes, es habitual en ciertas circunstancias. Se trata en realidad del Síndrome del Impostor, y es un problema que puede tratarse y dejar de padecerse en cuanto es identificado.

Cómo superar el Síndrome del Impostor en el trabajo
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Así son los sentimientos del Sindrome del impostor

  • Te preocupa que otros puedan descubrir que eres realmente un fraude y que tus logros son solo suerte.
  • Tu confianza en ti mismo cae, y tienes que fingir confianza para sentirte bien contigo mismo o con lo que haces.
  • Tiene miedo de ser expuesto como un “fraude”.

Si esto le suena familiar, sigue leyendo para obtener más información sobre cómo lidiar con el síndrome del impostor para que nada te impida alcanzar tus objetivos.

Síntomas del Síndrome del Impostor

Antes de nada, debes saber cuáles son los síntomas más habituales en los casos en los que se sufre este síndrome, para saber si tu situación responde a este problema o tiene que ver con otros factores. Esos síntomas son los siguientes:

  • Dudar de manera más o menos constante de las capacidades o habilidades que se poseen.
  • Compararse con otros compañeros que ostentan el mismo nivel profesional.
  • Padecer estrés y ansiedad.
  • Tener una autoestima baja como norma general.
  • Sentir miedo a ‘ser descubierto’.
  • A raíz de sentir ese miedo, quien sufre este síndrome tiende a esconderse, a ocultarse.
  • En ocasiones, ese ocultamiento puede llegar a provocar que la persona reduzca su productividad del trabajo de forma voluntaria.
  • Sentirse molesto ante cualquier elogio o cumplido profesional.
  • No reconocer los propios logros como tales, es decir, restarles importancia.
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Cómo superar el Síndrome del Impostor en el trabajo

Ahora que conocemos todos los síntomas que suele acarrear el Síndrome del Impostor, llega el momento de saber cómo superarlo, si es que lo que padeces es este síndrome. Para ello, sigue estos consejos:

Para luchar contra el síndrome del impostor necesitas:

  • Ser consciente de lo que está pasando
  • Reorganizar tu pensamiento
  • Aumentar tu confianza

1. Desafía tus dudas pensando en lo que haces bien

Piensa en lo que haces bien y en las habilidades profesionales que tienes. 

Esta idea se puede reforzar estableciendo objetivos fuera de tu zona de confort. Te ayudará a superar el miedo al fracaso, ya que se demuestra que estás progresando y a ganar confianza con el tiempo al completar los objetivos marcados.

2. Piensa en los momentos en los que te han elogiado o reconocido tus logros

Los comentarios de los demás pueden ser cruciales para ayudarte a superar esa horrible visión que tienes de ti mismo.

Es importante reflexionar sobre los momentos en que otros han elogiado o reconocido tus logros y tus virtudes. A veces es fácil olvidar los comentarios positivos que recibimos, este tipo de elogios te ayudará a formar una imagen más realista de ti mismo y a reducir los sentimientos de insignificancia. 

3. Haz dos listas, en un lado sitúa tus pensamientos y en otro las realidades

Lo primero que debes hacer es analizar tu situación mental y enfrentarla con la realidad. ¿Qué es lo que piensas? ¿Qué temes? ¿Sucede eso de verdad? ¿Podría suceder? Plasmarlo en el papel te permitirá darte cuenta de su carácter irracional.

4. No te sobreestimes

Parece una contradicción, pero lo más probable es que esa baja autoestima y esos miedos se deban en realidad a una excesiva estima hacia tu persona. Baja de la nube y admite que no eres tan importante, no eres el centro de todo, por muy buen profesional que seas.

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5. Deja de pensar en ti y enfócate en el bien común

En la misma línea, la sobreestimación puede hacer que termines por centrarte demasiado en ti y en tu propio trabajo, en lugar de entender que todo lo que haces tú y lo que hacen tus compañeros es por el bien de la empresa. Si tomas perspectiva, lo verás todo de otra manera.

6. Reconoce tu propio esfuerzo

En contraposición a los consejos anteriores, lo que no debes hacer es tratar de ocultar tu esfuerzo y tus propios méritos. Estás donde estás porque te lo mereces, nadie te ha regalado nada. Una buena idea es analizar cuáles son los mayores esfuerzos que te han permitido llegar a tu posición actual, pues a veces tendemos a olvidarlos.

7. Acepta y analiza cada elogio recibido

Si la gente te valora y los compañeros te elogian, es por algo. Presta atención a cada comentario positivo y tómatelo en serio.

8. Habla de ello con alguien ajeno a tu trabajo

A veces, alejarnos del entorno en el que estamos padeciendo algún problema puede ser la solución. Por eso, hablar del tema con algún amigo o familiar que te pueda dar su punto de vista desde otra perspectiva puede ser una buena idea. Además, si es alguien cercano conocerá muy bien tu trayectoria y podrá darte una visión global del problema.

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