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Es casi inevitable ponerse nervioso antes de una entrevista de trabajo. Muchas personas sudan, tartamudean o toquetean un objeto para intentar relajarse mientras el reclutador realiza las preguntas pertinentes. Tomar conciencia del lenguaje corporal en una entrevista de trabajo es muy importante, ya los gestos y las reacciones dicen mucho de ti, denotan tu estado de ánimo y pueden resultar determinantes en la valoración del entrevistador.

Cómo controlar el lenguaje corporal en la entrevista de trabajo

Uno de los trucos para controlar el lenguaje corporal en la entrevista de trabajo es relajarse, hablar claramente, sin tartamudear. Respira profundamente antes de entrar en la sala donde te espera el reclutador y piensa bien lo que vas a decir. El tono de voz debe ser pausado y natural cuando vayas a contestar las preguntas de la entrevista de trabajo. Si lo prefieres, puedes practicar antes con algún familiar o amigo para corregir tus errores. También es aconsejable practicar posturas frente a un espejo o con personas de confianza para aprender a ubicar nuestras manos y nuestro cuerpo frente al interlocutor. Así, conseguirás demostrar mayor seguridad y confianza durante la entrevista.

Otros lenguajes no verbales durante la entrevista de trabajo

Asimismo, la tensión y los nervios pueden hacer que aparezcan los sudores. En estos casos, es aconsejable tener a mano un pañuelo o «klinex» para secar las manos disimuladamente, utilizar un desodorante que no transpire en la ropa o llevar una chaqueta que no refleje fácilmente el sudor. Si te tiemblan las manos, prueba a cruzar los dedos y posarlas sobre tus piernas. No toquetees un objeto ni te frotes las manos, ya que transmitirás nerviosismo e impaciencia a los reclutadores.

La mirada perdida es otro de los grandes errores que se cometen durante las entrevistas de trabajo. Te recomendamos que te grabes en vídeo para visualizar tus reacciones y corregir esos movimientos cuando interactúes con el seleccionador. Mirar hacia abajo puede dar a entender que te aburres o no crees en lo que escuchas. Por ello, trata de no perder la conexión visual con el entrevistador. Presta atención a sus palabras e inclina la cabeza para demostrar interés en la conversación.

Otro de los trucos para controlar el lenguaje corporal en la entrevista de trabajo es cuidar la expresión de la cara. Un rostro serio o el ceño fruncido pueden transmitir nerviosismo. Para evitar que esto te suceda, te aconsejamos que actúes con naturalidad. Piensa que vas a contarle a un amigo tu formación y tu experiencia profesional. En cuanto a la postura, siéntate con la espalda apoyada en el respaldo y las piernas sin cruzar, ya que así estarás más erguido y transmitirás atención e interés. Muestra una actitud activa en la entrevista de trabajo con una postura corporal correcta y adecuada al contexto.

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