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Aunque pueda parecer absurdo o simplemente cómico, muchos entrevistadores lanzan a sus candidatos una pregunta que les pilla desprevenidos durante la entrevista de trabajo: «¿Puedes venderme este boli?», «Véndeme alguna cosa de aquí». Se trata de una pregunta sencilla pero que, si no estás preparado, posiblemente te quedes en blanco y no sabes qué responder. Por ese motivo, vamos a indicarte a qué podría venir dicha pregunta y los consejos que podemos darte para dar una buena respuesta.

Preguntas de la entrevista de trabajo

¿Por qué los entrevistadores preguntan «Véndeme este bolígrafo»?

Aunque pueda parecer obvio, los entrevistadores hacen este tipo de preguntas en los puestos de trabajo donde la venta y la captación de clientes es fundamental, como comerciales o vendedores. Sin embargo, no son los únicos puestos en los que podrían sorprenderte con esta pregunta; en marketing, diseño u otro creativo también podrían hacértela. Se trata de una forma de saber que conoces las formas sobre cómo enganchar al cliente mediante las respuestas que des.

Si bien la pregunta es sencilla, el entrevistador es capaz de saber tu conocimiento de ventas, tu iniciativa, el grado de espontaneidad o lo resolutivo que eres, entre otras cosas. Piensa que el entrevistador querrá saber cómo te manejas en momentos difíciles en los que un cliente tenga alguna situación en concreto, por lo que deberás ser rápido y ágil en ofrecer soluciones, como la pregunta que te acaba de realizar.

Saber trabajar bajo presión es fundamental en este caso, siendo este el principal motivo por el que te lanzan la pregunta y que te ayudaremos a responder ahora.

Consejos para saber responder a «Véndeme este bolígrafo»

A continuación vamos a darte una serie de consejos que podrás utilizar si en una entrevista de trabajo te encuentras en esta situación.

1. Muestra que conoces el tema (aunque no sepas)

No es cuestión de dar con una conversación perfecta que te permita salir del problema y vender el boli, sino mostrar el suficiente interés y la suficiente confianza al cliente como para terminar completando la compra.

Recuerda, que cuanto mayor sea tu confianza en ti mismo y mayor confianza en aquello que dices, más creíble será tu argumento (aunque seas pésimo/a en ventas) y con más agilidad venderás lo que quieras vender.

2. Entiende a tu cliente (o al entrevistador)

La primera fase de ventas pasa por conocer quién es el cliente, qué necesita y por qué. Para ello, tendrás que usar una de las técnicas de ventas más simples: preguntar.

Pregunta todo aquello que veas conveniente y necesario para cerrar una venta, sea un bolígrafo o cualquier otra cosa. Empieza por preguntas como ¿Qué necesitas? ¿Por qué lo necesitas? ¿Y de cuánto presupuesto dispones?

Tu objetivo no es terminar vendiendo el bolígrafo, sino más bien conocer lo que quiere el cliente para conocerle mejor (a tu entrevistador). ¿Quién sabe si en vez de venderle un bolígrafo terminas vendiéndole la grapadora a tu jefe? Su coste es mayor, y estos pequeños detalles son los que hacen que se fijen en ti.

3. Destaca aquello que le beneficia

Al cliente no le suele importar de qué está hecho algo, cómo está hecho o para qué (salvo excepciones de valores empresariales muy marcados). El cliente solo quiere saber por qué le será útil, beneficios que le aportará y por qué debería comprar ese producto y no otro.

Trata de enfocarte en los beneficios que le va a aportar a su bienestar y a sí mismo, y no te centres solo en las características que lo componen, ya que no servirá de nada saber que el bolígrafo tiene tinta de Malasia.

4. El cierre de la venta

Se trata de la fase final y última de la venta. Forma en la que vas a cerrar el trato, cómo lo vas a hacer, si habéis acordado en veros más adelante, un teléfono de contacto, etc. No des por asumido nada y pregunta si el cliente (nuestro entrevistador) se ha enterado de todo, hazlo partícipe de tu venta y de lo que deseas. Recuerda, céntrate en lo que te diga y pregunte.

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