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Los servicios públicos de empleo son los responsables de poner en marcha los talleres de empleo, que son iniciativas que combinan el aprendizaje teórico con el desarrollo de actividades laborales, y que tienen el objetivo de proporcionar la formación y experiencia necesarias a las personas que lo necesitan para volver al mercado laboral, o bien para lograr su reinserción, si han estado mucho tiempo sin necesidad de buscar trabajo. Pero, para que entiendas mejor este tipo de proyectos, te explicamos a continuación todas sus características y las claves que necesitas conocer para saber cómo funciona realmente un taller de empleo. ¿Preparado/a?

Master1305 || Shutterstock

¿Qué es un taller de empleo?

Un taller de empleo es una buena forma de aprender un nuevo oficio, pues en él se combinan las clases teóricas con las prácticas profesionales y remuneradas. Están a disposición de cualquier persona mayor de 25 años que se encuentre en búsqueda activa de empleo y quiera aumentar su formación para volver a trabajar cuanto antes.

Los empleos en los que cualquier interesado puede formarse pueden variar. Van desde los trabajos sociales (como la ayuda a domicilio de personas mayores o dependientes) a los más tecnológicos. El objetivo es formar a personal que en el futuro pasará a ocupar puestos de trabajo muy demandados por las empresas.

Por supuesto, y al tratarse de una iniciativa pública, el coste de estos talleres de empleo es mínimo. De hecho, las personas que accedan a él podrán incluso cobrar por las prácticas profesionales que realicen, y recibirán en todo momento el asesoramiento que necesiten, tanto en el ámbito académico como en el empresarial.

Claves para comprender el funcionamiento de un taller de empleo

Si quieres conocer en profundidad cómo funciona un taller de empleo, presta atención a sus claves más importantes:

  • La formación tiene un claro objetivo, y este es el empleo o autoempleo de los interesados, que pueden ser contratados o decidir crear un negocio a partir de las experiencias y conocimientos  adquiridos.
  • Habitualmente son talleres puestos en marcha por organismos públicos para el fomento del empleo, pero también es posible que algunas asociaciones, fundaciones u ONGs desarrollen estas iniciativas.
  • La duración de los talleres de empleo se sitúa entre los seis meses y el año.
  • La formación se realiza bajo la modalidad de un contrato de trabajo, es decir, desde que comienza el taller de empleo la persona es contratada por la entidad que lo organiza, y este contrato finaliza cuando termina la formación.
  • Los interesados deben ser mayores de 25 años y deben formar parte de colectivos para los que resulta especialmente complicado encontrar trabajo. Esto quiere decir que deben ser prioridad en los diferentes planes para el empleo que se pongan en marcha.
  • La formación y las prácticas profesionales se recibirán de forma simultánea, de forma que se compaginará la adquisición de conocimientos por parte del alumno y, a la vez, la prestación de servicios de utilidad para la comunidad.
  • En todos los talleres se ofertará un módulo centrado en la alfabetización informática, que deberá tener una duración mínima de 30 horas.
  • Finalizar el taller de empleo implica la adquisición de un certificado con toda la información relacionada con la formación recibida y la actividad realizada.
  • Al finalizar el taller los aspirantes también contarán con la ayuda técnica que necesiten para encontrar un nuevo empleo o para poner en marcha su propio negocio.

Como ves, los talleres de empleo son iniciativas gratuitas de enorme utilidad para las personas desempleadas, que a su vez desempeñan una actividad social útil para la comunidad durante el transcurso del proyecto. Asimismo, recibirán una cuantía económica en función de la actividad llevada a cabo.

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