Como te puedes imaginar si alguna vez has participado en algún proceso de selección, las empresas deben pasar por varias fases de análisis de currículums y criba curricular antes de dar con el idóneo, aquel que pertenece al profesional que mejor encaja con las necesidades del puesto que la organización necesita cubrir. En algunos portales de empleo, además, puedes ser conocedor de cuál es la fase concreta en la que te encuentras como candidato, y de cuánto tarda cada empresa en dar un paso u otro. ¿Pero cómo se hace una criba curricular en realidad?
Detrás de toda criba de candidatos hay todo un complejo procedimiento, que depende de muchos y muy variados factores. En un principio, puede parecer que este proceso solo interesa las empresas, pero nada más lejos de la realidad. Como candidato, si conoces con exactitud por qué etapas va a pasar tu currículum y qué se espera de él en cada momento, serás capaz de ofrecer una versión de tu faceta profesional mucho más adaptada a lo que las empresas buscan: un profesional que cumpla todos sus requisitos, tanto profesionales como personales.
Por este motivo, te explicamos a continuación los detalles del procedimiento de criba de currículums.
¿Cómo hacer una criba de candidatos?
En primer lugar, hay que señalar que normalmente las empresas no establecen un número máximo de currículums que pueden ser presentados a una candidatura de empleo. Así, en las más populares o las que menos requisitos exijan, pueden llegar a encontrarse con cientos y cientos de currículums. También hay que tener en cuenta que cada organización tiene unos tiempos y unos recursos disponibles para trabajar en el proceso de selección de personal abierto, por lo que lo que tarde cada una en tomar una decisión dependerá de esos factores.
Otra cuestión a tener en cuenta si te encuentras actualmente en búsqueda activa de empleo es que, habitualmente, los reclutadores no dedican más de 20 segundos a revisar los currículums en una primera criba curricular. De hecho, es más que frecuente que, si se han presentado un gran número de candidatos, las empresas utilicen primero diferentes filtros para descartar automáticamente determinados currículums. Por ejemplo, es lógico que descarten a los candidatos que no residen en la provincia a la que pertenece al puesto vacante o que no alcancen los años de experiencia profesional requerida.
Normalmente, los currículums que superan la primera fase del proceso de selección son aquellos que, en base a las necesidades de la empresa, cumplen con los requerimientos técnicos y la experiencia laboral que se solicita expresamente en la oferta laboral, de forma que es muy importante prestar atención a estos dos apartados. De ello dependerá tu pase a la siguiente etapa del proceso de selección o tu descarte como posible candidato.
También es posible que las empresas se fijen, para avanzar en el proceso y descartar a más candidatos, en los conocimientos de idiomas, en la formación académica o en las expectativas salariales. Así, si prestan atención estos puntos, se ahorrarán futuras decepciones o malentendidos con los candidatos.
Cuando el resultado de las primeras preselecciones es un número bastante más reducido de currículums, es el momento de prestar atención a otros puntos menos clave pero no menos importantes. Es en este punto en el que, probablemente, los candidatos que han pasado la primera fase son notificados para una entrevista de trabajo, aumentando así sus esperanzas de ser finalmente contratados.
Y ¿en qué se fijan las empresas cuando llegan a esta fase del proceso? Pues en aspectos como las habilidades blandas (trabajo en equipo, capacidad de adaptación a los cambios, dotes de negociación) o en las empresas concretas en las que han trabajado ya. Así que tampoco descuides estos apartados de tu currículum: cualquiera puede ser determinante.