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Todos conocemos la importancia de la formación para acceder a un puesto de trabajo. Las administraciones también lo saben, y por eso ponen a nuestra disposición diferentes tipos de formación dentro de la empresa. A continuación te hablamos sobre las diferencias entre la formación bonificada y la formación subvencionada, dos clases de formación que suelen generar confusión.

¿Qué es la formación programada?
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¿Qué es la formación subvencionada?

La formación subvencionada es la proporcionada tanto por las administraciones públicas como por los agentes sociales, ya sean empresarios o sindicatos. Además, los centros de formación privados también pueden impartir esta formación.

Son los cursos gratuitos a los que puedes acceder sin necesidad de comunicarlo a tu empresa. Es una formación que el trabajador puede decidir por su cuenta, si cumple con las condiciones establecidas para ello.

Este tipo de cursos son públicos y gratuitos, y están pensados tanto para trabajadores como para desempleados y autónomos. Las instituciones que financian estos cursos son las que establecen los requisitos de acceso, y es el alumno el que selecciona las áreas en las que quiere formarse.

La formación subvencionada se organiza a través de convocatorias publicadas tanto por el gobierno central como por los autonómicos. Cualquier trabajador tiene derecho a esta formación, aunque deberá reunir los requisitos que marca cada convocatoria. De manera general, esos requisitos son, en el caso de las autonómicas, cotizar en esa Comunidad, y en las estatales, trabajar en el mismo sector.

¿Qué son los programas de captación y retención del talento humano?
Monkey Business Images || Shutterstock

¿Qué es la formación bonificada?

La formación bonificada ahora se denomina ‘formación programada‘, y la ofrecen todas las empresas a sus propios trabajadores, en función del volumen de cotización en concepto de tipos de Formación Profesional para el empleo, tanto por parte de los empleados como de la empresa, durante el ejercicio anterior.

Se lleva a cabo fundamentalmente a través de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo, más conocida como Fundación Tripartita, porque participan en ella tanto la Administración como los empresarios y los sindicatos.

Las empresas pueden recuperar parte del coste mediante bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social. Este tipo de formación dentro de la empresa es exclusiva para empleados y no incluye a los funcionarios. La empresa es la que decide qué actividades formativas va a ofrecer y puede realizarlas desde dentro o recurriendo a centros de formación externos.

La cantidad que cada empresa puede destinar a esta formación se denomina ‘crédito de formación‘, y depende de 2 factores: el volumen medio de la plantilla y el importe que haya cotizado en concepto de Formación Profesional durante el año anterior. De este modo, son las empresas las que adelantan el coste de estos cursos y luego los recuperan en su mayor parte.

Un detalle a tener en cuenta es que si la empresa no hace uso de esta cantidad durante el ejercicio siguiente, el crédito de formación no se acumula y se pierde.

Por eso, ofrecer formación a los trabajadores es algo que toda empresa debería plantearse, ya que los empleados se sentirán más valorados y podrán mejorar y desarrollarse profesionalmente, mientras que las empresas contarán con personal más cualificado y mejores expertos en su plantilla.

Importancia de la formación bonificada para trabajadores
Jacob Lund || Shutterstock

¿En qué se diferencia la formación subvencionada de la formación bonificada?

Las principales diferencias entre ambos tipos de formación pueden resumirse en las siguientes:

  • Mientras que en la formación bonificada la empresa asume parte del coste, la subvencionada es gratuita y de financiación pública.
  • Mientras que la formación bonificada es exclusiva para trabajadores de la empresa, la subvencionada es para trabajadores, desempleados y autónomos.
  • Mientras que en la formación bonificada la empresa decide el itinerario formativo, en la subvencionada es el alumno el que lo elige.
  • Mientras que en la formación bonificada el empleado solicita el curso a su empresa, en la subvencionada no es necesario informar a la empresa.
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