Lo habitual es que consten todos los trabajos y logros en tu currículum, pero en ocasiones algunas de las tareas o trabajos realizados a lo largo de tu trayectoria es mejor no citarlos, por estar muy alejados del contenido y ámbito del puesto al que optas. Para estos casos, podemos aplicar una máxima muy conocida entre los profesionales del reclutamiento y los recursos humanos: los buenos currículums logran que te entrevisten, pero si haces una buena entrevista conseguirás el trabajo. Así pues, ¿debes mencionar los trabajos no relacionados en tu currículum? Descúbrelo con nosotros.
¿En qué situaciones debo poner trabajos no relacionados en el CV?
Cuando hemos tenido determinados trabajos o actividades, como por ejemplo: empleos sin contrato, prácticas no remuneradas, trabajo en el negocio familiar o en el de la pareja de manera informal, en una ONG, actividades para la comunidad… ¿qué hacemos?
La respuesta es: depende. El currículum debe adaptarse a lo que nos convenga en cada momento, en función de a quién va dirigido. Si incluir estos datos personales en tu currículum te conviene, lo haces. Sin embargo, en función del tipo de trabajo que sea, del sector de actividad o del tipo de empresa a la que seas candidato, puede ser muy útil comentar estas experiencias durante la entrevista y no en el currículum.
Habitualmente estas experiencias ayudan a completar tu perfil de cara al reclutador, ya que son tareas que también aportan conocimientos y experiencia, a veces incluso más que un trabajo más relacionado. Pero ¿cómo sabemos si son relevantes para incluirlas en el currículum? Primero, piensa hasta qué punto es una experiencia que tiene que ver con tu profesión o con el puesto al que aspiras, o si pudiste adquirir capacidades que te han sido luego muy útiles.
Por último, si a esos trabajos no relacionados has dedicado mucho tiempo, cerca del momento en que estás entregando tu currículum, no ponerlos dejará un hueco temporal demasiado grande, y parecerá que has estado sin hacer nada.