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En muchas ocasiones, la primera decisión a la hora de iniciar una carrera profesional y conseguir tu primer empleo es plantearte si quieres trabajar por cuenta propia o buscar un empleo en una empresa ya consolidada. De entrada, no conviene descartar ninguna de las dos posibilidades. Lograr un objetivo laboral, que te dé estabilidad y te ofrezca expectativas de futuro no siempre es sencillo, pero si te encuentras en esta situación, conocer las distintas alternativas y las posibles ayudas a tu alcance es básico a la hora de tomar la decisión más acertada.

Dedica el tiempo necesario a “trabajar” tu currículum para que resulte atractivo en cualquier proceso de selección y, además, no dudes en presentarlo cada vez que detectes una posibilidad de empleo, tanto por los cauces tradicionales como por los más novedosos que tienen como base las nuevas tecnologías y las redes sociales. Hazlo, pero, además, no descartes de entrada la opción de emprender y de hacer realidad esa idea de negocio por la que apuestas y que puede convertirse en una próspera empresa.

La financiación, fundamental si vas a emprender

Si consideras que tienes un buen proyecto, con un estudio de mercado y un plan de negocio previos que confirman su viabilidad, tienes la base necesaria para convertirte en empresario. El problema suele surgir cuando llega el momento de afrontar esos primeros gastos que conlleva establecerte como autónomo creando tu propia empresa. Infórmate sobre las opciones de financiación posibles porque son más de las que crees.

Facilitar la financiación para impulsar la creación de nuevas empresas es el objetivo que persiguen las medidas que, en los últimos años, han puesto en marcha tanto administraciones públicas como instituciones privadas. Solicitar un préstamo del Instituto de Crédito oficial (ICO) a un bajo interés o recurrir a organismos autónomos como Aval Madrid, que facilita la concesión de préstamos a pymes y autónomos, son dos opciones que pueden lograr que tengas el dinero suficiente para que tu proyecto llegue a realizarse.

También los bancos pueden ofrecerte la financiación que necesitas, pero hay que reconocer que los trámites y requisitos que exigen normalmente pueden llegar a desanimarte. Si te encuentras en este proceso y estás analizando posibles alternativas, solicitar un minipréstamo es una opción que debes barajar.

Puedes pedirlo on line sin necesidad de presentar una documentación exhaustiva ni tener que dar explicaciones de más. Empezando, es normal que cualquier autónomo o nuevo empresario tenga una falta de liquidez puntual ante un imprevisto. En esas situaciones, poder contar con un microcrédito rápido es una excelente ayuda para que tu proyecto siga adelante.

¿Con qué otras ayudas puedes contar?

La creación de nuevas empresas ha sido (y es) una de las claves para salir de cualquier crisis económica más o menos profunda. Desde las instituciones europeas hasta las corporaciones municipales, todos los organismos públicos son conscientes de esta realidad y están apostando por medidas financieras y fiscales que favorezcan a los autónomos, los verdaderos creadores de riqueza. Infórmate sobre todas las ayudas para emprendedores que tienes a tu alcance porque son muchas y pueden resultar esenciales para poner en marcha esa idea, logrando que prospere sin que los primeros gastos supongan un obstáculo insalvable.

Según tus características personales y el sector en el que se enmarca tu actividad, invierte el tiempo necesario en asesorarte sobre las distintas ayudas y subvenciones a tu alcance: ¿Mujer emprendedora? ¿Parado de larga duración? ¿Empresa tecnológica emergente? ¿Sector agrícola?… Un emprendedor no descarta nunca una posibilidad de crecimiento para su proyecto. Administraciones públicas, en sus diferentes ámbitos de actuación, entidades privadas que ofrecen créditos “tradicionales,” o nuevas vías de financiación inmediata como los minipréstamos, son alternativas que no debes olvidar a la hora de que tu idea se traduzca en trabajo y en futuros beneficios.

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