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En realidad, ninguno de nosotros puede sentirse bien ante un error cometido o un fracaso profesional. Todos deseamos ser personas de éxito y alcanzar nuestros objetivos profesionales lo antes posible. Sin embargo, la vida trae consigo de manera inevitable tanto aciertos como fracasos (y a veces, más de estos últimos). Así pues, ¿es posible sacar partido a tus fracasos profesionales? ¡Por supuesto! Y te los explicamos a continuación.

Cómo aprender de un fracaso profesional
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Cómo superar un fracaso profesional

Ante las situaciones de fracaso y frustración, es muy difícil mantenerse en pie, fuertes y optimistas. No todos tenemos esa capacidad de resistencia frente a la adversidad a la que llamamos resiliencia en el trabajo. Y, además, por desgracia, no es cierto que se aprenda más de los fracasos que de los éxitos, más bien al contrario.

Pero la vida ha de seguir y no estamos solos. Hemos de ser capaces de hacer frente a estas situaciones que nos depara la vida para no paralizarnos e intentar sacar algún provecho de ellas.

¿Pero cómo? Muy sencillo:

1. «El fracaso forma parte del proceso»

Ese debe ser tu mantra a partir de ahora.

En primer lugar, hay que empezar por comprender que el fracaso forma parte del proceso vital de todas las personas, no solo nos ocurre a nosotros. La vida supone siempre asumir riesgos en mayor o menor medida, y eso incluso le da sentido a muchas etapas de la vida. Y siempre es posible recuperarse, no es el final del camino.

2. Reflexiona sobre las causas que te han hecho fallar

Para superar un bache profesional, es conveniente mirar hacia dentro de nosotros mismos, reflexionar sobre las causas para aprender a evitarlo la próxima vez. De lo contrario, tropezaremos una y otra vez con la misma piedra.

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3. Comparte tu vivencia con personas de confianza

Además, hay que compartirlo, hablarlo con nuestros allegados, recibir su apoyo y sentirnos arropados. No hay que tomar los fracasos como algo intrínseco a nosotros, le pasa a todo el mundo, no es que nosotros seamos un fracaso, el fracaso está ahí fuera. Tampoco debe importarnos mucho la opinión de los demás, si son demasiado críticos.

4. No te regodees en el fracaso

Por último, hay que ‘pasar página’, no regodearse en el propio fracaso culpándonos obsesivamente por todo. Eso no va a cambiar nada y agotará a quienes nos rodean. Al pasar página nos encontraremos con otros ‘textos’, nuevas oportunidades de seguir ‘leyendo’ la vida.

Y ¿cómo podemos superarlos? Pues pensando que hablar de fracaso implica inconscientemente que todo está perdido, que no hay salida, cuando en realidad es que solo nos hemos equivocado o hemos cometido un error en un momento dado.

5. Reconoce tu error…

Con humildad, hay que reconocer nuestro error, limpiarnos las heridas, aprender de ello para la próxima ocasión y continuar luchando. Pero, sobre todo hay que abandonar el ego desmesurado en el trabajo y aprender qué puedes hacer después de vivir un fracaso profesional.

6. …pero no te culpes a ti mismo/a

Lo más importante en el después es no culparnos a nosotros mismos de todo. Aunque lo vivas como un fracaso, las circunstancias siempre juegan su papel. Por ejemplo, surgen pérdidas en la empresa que obliga a despedir empleados, decisiones estratégicas que obligan a amortizar puestos de trabajo o cerrar instalaciones.

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7. La actitud lo es todo

También hemos de tener en cuenta que con nuestra actitud ante estas situaciones enseñamos a todos los que nos rodean (compañeros, amigos, familia), por lo que debemos ser un ejemplo de templanza e integridad, aunque con humildad. Deben vernos como somos y sentir que su cercanía nos resulta útil para continuar.

8. Pasa a la acción

Y finalmente, hay que mirar hacia delante, entrar en acción. Por eso es importante que no te quedes en casa. Sal, relaciónate, concierta encuentros con amigos y conocidos y otras personas con las cuales puedas mantener una relación de mutuo apoyo o compartir intereses, es la única manera de que sucedan cosas nuevas. Además, el movimiento ayuda a sentirnos mejor, ya sea haciendo deporte o dedicándote a hacer otro tipo de actividades.

Lo importante no es alcanzar siempre el éxito, sino saber levantarse de nuevo y continuar luchando.

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