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Cada vez es más frecuente que los empleados presten atención a varios aspectos de su trabajo, además de tener en cuenta el salario. Son muchas las empresas que se suman cada día a tratar de fomentar el bienestar y la felicidad de sus trabajadores, como medio para conseguir retener y potenciar el talento. Existen, incluso, ocasiones en las que una persona renuncia a un salario más alto a cambio de estar en una empresa en la que se siente más feliz, más a gusto. Pasamos la mayor parte de nuestro día trabajando, por eso sentirnos bien es fundamental, una vez tenemos asegurada una mínima remuneración. Para propiciar esta buena sensación, entre otras cosas, se diseñan y aplican sistemas de incentivos no monetarios en las empresas. ¿Quieres conocer todos los detalles?

Cuáles son los incentivos no monetarios
Roman Samborskyi || Shutterstock

Beneficios de los incentivos no monetarios

Un incentivo es un estímulo que busca producir en la persona que lo recibe unos determinados resultados, que pueden ser un aumento de la productividad o una mejora en el estado de ánimo y, por tanto, de los resultados.

A través de los incentivos se consiguen beneficios mutuos, y hay que tener en cuenta que no solo pueden ser económicos. Es frecuente aplicar bonos o extras en la nómina a aquellos empleados que sean más productivos o consigan más ventas, pero no es la única forma de incentivar al personal. Por eso, a continuación te contamos cuáles son los incentivos no monetarios más valorados por los trabajadores.

Jacob Lund || Shutterstock

Ejemplos de incentivos no monetarios en las empresas

La aplicación de un programa de incentivos no económicos, conocido por todos los empleados y de igual seguimiento para todos, es una muy buena idea para mejorar su felicidad y, en consecuencia, su rendimiento. Por eso, te damos a continuación una lista con los más valorados:

1. Felicitaciones en privado y en público

¿Es algo muy sencillo, no? Recibir por parte de nuestros superiores una felicitación o un reconocimiento de nuestro trabajo bien hecho es algo muy simple, pero no siempre ocurre. En ocasiones sí sucede, pero se limita al ámbito privado (un mensaje o una frase en una reunión a solas). Aunque algunos jefes no suelen decirlo, de vez en cuando es bueno destacar el trabajo bien hecho en presencia del resto de compañeros, aumentando así la satisfacción del empleado y fomentando también la motivación del resto.

2. Flexibilidad horaria

Si un trabajador ha dedicado muchas horas a lograr un éxito en la empresa, ¿por qué no devolverle algunas? No se trata de que trabaje menos, sino de transmitirle la sensación de que confiamos en él para que gestione su propio tiempo de manera responsable.

3. Tiempo de ocio

A algunos jefes y directivos les cuesta asimilarlo, pero después de un periodo de mucho estrés en el trabajo, es necesario permitir que los empleados se relajen y desconecten para seguir dando lo mejor. Por eso es buena idea, si el logro conseguido es obra de un equipo, premiarlos con algún elemento lúdico o de esparcimiento, como un futbolín o una mesa de pimpón.

Ser feliz en un trabajo que no te gusta

 

4. Viajes o actividades

Si el éxito es el resultado del buen trabajo de todos, no es mala idea organizar un viaje de empresa o realizar alguna actividad juntos, mejorando las relaciones laborales con los compañeros de trabajo y disfrutando también del ocio.

5. Cursos de formación

Apostar por la formación y el reciclaje profesional es, probablemente, el incentivo que de más utilidad resulta también para la empresa, y es que esta se beneficiará de los conocimientos aprendidos por los empleados.

Gracias a los incentivos, las empresas aumentan la productividad y la motivación de los empleados, y estos a su vez se sienten más realizados y felices en su trabajo.

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