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El uso cada vez más frecuente de aplicaciones para registrar la jornada laboral desde cualquier parte del mundo o la apuesta de muchas empresas por el teletrabajo y la flexibilidad de horarios hacen posible la aparición de nuevos perfiles profesionales. Los nómadas digitales, sin ir más lejos, son profesionales que trabajan de forma remota gracias a la tecnología. Esto les permite desempeñar su actividad laboral desde cualquier lugar del globo y hacerlo en el horario que mejor les conviene. Te contamos todas las claves de esta nueva forma de trabajo que ha llegado para quedarse.

Concepto de Digital Nomad
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1. La tecnología, su mayor aliado

Ordenador portátil y buena conexión a Internet; las dos únicas «herramientas» que necesita el nómada digital para realizar su trabajo. Habrá quien incorpore un smartphone o una tablet a la ecuación, pero el ordenador suele ser más que suficiente para cumplir con los plazos establecidos.

Algunos profesionales acuden a espacios de coworking para trabajar; otros optan por meter su portátil en la mochila y trabajar desde cualquier cafetería o espacio vacacional. Los nómadas digitales deciden cuándo y dónde trabajar (siempre y cuando, claro está, haya conexión a Internet).

2. Pueden trabajar en remoto

Y con esto no nos referimos a que sean capaces de organizar su día a día para trabajar a distancia -que también- sino que su situación laboral permita la posibilidad de trabajar en remoto.

Por ejemplo, gran parte de los nómadas digitales son freelancers que trabajan en varios proyectos para diferentes empresas, pero cada vez son más habituales los empleados que no están obligados a trabajar desde la oficina (bien porque la empresa no tiene sede física a la que acudir, bien porque la empresa ofrece la posibilidad de teletrabajar).

En cualquier caso, lo que parece claro es que los nativos digitales no desempeñan su actividad económica en un lugar fijo de trabajo, sino que el espacio va cambiando dependiendo de las necesidades y preferencias del empleado.

Merla || Shutterstock

3. Son unos auténticos gestores del tiempo

Como ya hemos adelantado, los nómadas digitales son buenos gestores del tiempo. ¿Qué significa esto? Que son capaces de administrar su jornada laboral para conciliar la esfera laboral y la personal de la mejor manera posible. Y esto no es nada sencillo.

Los digital nomads están habituados a cumplir plazos ajustados, trabajar bajo presión y tener mil y un frentes abiertos (especialmente si trabajan en varios proyectos a la vez). Ellos no tienen una jornada de trabajo preestablecida (al menos, no como los empleados que acuden a una hora determinada a la oficina) y por lo tanto deben administrar perfectamente su tiempo para no tirarse todo el día trabajando.

4. La zona de confort no existe para ellos

Lo mismo trabajan desde la habitación de un hotel que desde una cafetería atestada de gente. ¡Pero OJO! Esta cualidad no es del todo idílica, ya que a veces se convierte en una «táctica de supervivencia» para llegar a los plazos marcados.

Y es que a veces se tiene la falsa creencia de que todos los nómadas digitales trabajan desde entornos paradisíacos y espacios de coworking que podrían competir contra las mismísimas oficinas de Google. Esta puede ser la realidad de algunos digital nomads, por supuesto, pero no es el pan de cada día de todos.

Aún así, de lo que no cabe ninguna duda es que los nómadas digitales deben ser capaces de adaptarse a cualquier espacio de trabajo, y por ello la zona de confort no es una opción para ellos.

Cómo evitar el estrés vacacional
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5. El reciclaje continuo, la clave para sobrevivir

Si ya es complicado apostar por la formación y el reciclaje profesional cuando se tiene una rutina de trabajo tradicional… ¿Imaginas lo que es mantenerse actualizado cuando no tienes un lugar fijo de trabajo? Y es que, además de las habilidades blandas que resultan imprescindibles para cualquier trabajador, los nativos digitales tienen que invertir mucho tiempo en aprender idiomas (nunca se sabe cuál será su próximo destino) y adquirir competencias informáticas (para no quedarse obsoletos en sus métodos de trabajo).

Así pues, el nativo digital siempre «estará obligado» a conocer las nuevas tendencias de empleo y aplicar los avances tecnológicos más punteros. De lo contrario, le resultará muy complicado desempeñar su trabajo con eficacia.

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