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Hay profesiones con un ritmo frenético de actividad: periodistas, cuerpos de seguridad, organizadores de eventos, altos ejecutivos… En su día a día, estos trabajadores deben ser capaces de desenvolverse bajo presión y evitar un bloqueo mental en el trabajo. Si crees que esto resume tu vida laboral, tenemos algunos consejos para manejar las situaciones de alto estrés en el trabajo.

Trabajar bajo presión, ¿es posible?
Antonio Guillem || Shutterstock

Algunos puestos de trabajo requieren la habilidad de trabajar bajo presión como consecuencia de la falta de de personal, o una mala planificación de los objetivos y los métodos de trabajo. En este caso, el estrés laboral no depende de las particularidades de nuestra profesión, y tendrá que solventarse el origen de la tensión del equipo.

Cómo gestionar la presión en el trabajo

Los nervios no pueden dejarte paralizado cuando más necesitas mantener la cabeza fría. Estos son algunos consejos para evitar los estresores en tu entorno laboral y centrarte en tus objetivos, a pesar de la presión.

1. La organización, el pilar imprescindible

Calendarios, bullet journals, aplicaciones y softwares especializados… Cualquier herramienta es válida si te ayuda a organizarte. Ordenar tus ideas, las fechas importantes u otros detalles te ayudará a mantener el control cuando sientas que aumenta la presión.

2. Lo primero es lo primero: fija tus prioridades

Es imprescindible tener en cuenta la prioridad de cada objetivo a la hora de organizar un plan de trabajo efectivo. Por ejemplo, si tu profesión está orientada al trato con clientes, probablemente sea conveniente priorizar las acciones que repercutan directamente sobre su bienestar.

SFIO CRACHO || Shutterstock

3. Resuelve los problemas antes de que surjan

Probablemente el consejo más práctico es planificar los «¿y si…?». Dedica tiempo a pensar en los inconvenientes que podrían surgir, y desarrollar posibles soluciones. Si estas situaciones hipotéticas terminan sucediendo, estarás preparado y reaccionarás más rápido.

4. El equilibrio en delegar y ayudar

La presión se acentúa cuando intentas abarcar más responsabilidades de las que puedes afrontar realmente. Por eso, a la hora de ayudar a los demás, es importante encontrar una medida justa. Ayudar, sí; responsabilizarnos en exceso, no. Lo mismo ocurre a la hora de delegar el trabajo a otros.

5. Cuida tus hábitos fuera de la oficina

Difícilmente puede una persona trabajar al máximo de sus capacidades si duerme tres horas al día. Y esto es sólo un ejemplo de cómo nuestro ritmo de vida afecta a nuestro nivel de ansiedad en el trabajo. Una alimentación equilibrada, dormir lo suficiente y hacer ejercicio con regularidad construyen la base para superarse en cualquier trabajo.

 

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