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Si constantemente piensas que no estás agusto en tu trabajo y puedes incluso a pensar que no te gusta, puede ser que necesites un cambio de aires o un cambio de orientación profesional. Si quieres dar otro rumbo a tu carrera profesional o formarte más en profundidad y tienes miedo a dar ese paso, tranquilo, todos nos hemos sentido así alguna vez. La escasa flexibilidad laboral, una mala cultura empresarial, un salario injusto, un ascenso laboral que nunca llega o bien por el puesto de empleo que no encaja muy bien con el perfil profesional, por los compañeros, por falta de autonomía o bien por el ambiente son algunas de las causas notables de sentirse insatisfecho en el trabajo. Incluso a veces todas estas cuestiones están en orden pero puedes sentir que tus valores no están al 100% alineados con la de la empresa. Si piensas que no te gusta tu trabajo, presta atención, y descubre qué puedes hacer y qué debes valorar para aclararte.

Qué hacer cuando tu trabajo no te gusta
dotshock || Shutterstock
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Motivos por los que tu empleo no te gusta

Cambiar de profesión, de trabajo o dejar un trabajo no es sencillo y más cuando la compensación económica está equilibrada. Hay muchas situaciones a la hora de decidir dejar un trabajo que pueden evitar que tomes este decisión y es que, a no ser que el trabajo no te compense realmente, es importante buscar otra opción antes de dejarlo o realizar una previsión de ahorro para poder estudiar o reorientar tu carrera profesional.

Existen muchas alternativas que pueden desembocar en la afirmación de «no me gusta mi trabajo» y en la insatisfacción laboral, la clave es analizar qué debes hacer y mejorar la posición en la que te encuentras laboralmente hablando. Repasamos las opciones más comunes antes de darte algunas soluciones:

  • No me gusta mi trabajo pero el salario me compensa
  • No me gusta mi trabajo pero lo necesito
  • Me gusta mi trabajo pero no gano lo suficiente
  • Me gusta mi trabajo pero no aguanto a mi jefe o a mis compañeros

Qué hacer cuando tu trabajo no te gusta

Puede ocurrir que no te guste el ambiente de tu trabajo, el desarrollo profesional que estás adquiriendo, o no te gustan las funciones que asumes, la realidad es que no sólo trabajamos para ganar un salario. Intenta cambiar tu forma de ver tu trabajo, es esencial ganarse la vida y que esta sea con un empleo lo más satisfactorio posible, dado que es una parte importante de la vida.

  1. Si tu pensamiento es «no estoy agusto en mi trabajo, qué hago» tienes que valorar qué te ayuda a pagar ese trabajo, cómo te beneficia y de qué deberías prescindir si no continuas en ese puesto de trabajo. Por ello, si necesitas pagar una hipoteca, un colegio y otras necesidades familiares, lo ideal es que ahorres y que dejes el trabajo cuando tengas un plan B claro. Así que escribe un listado y pon en una balanza los pros y los contras, repasa los aspectos negativos y si pueden cambiarse.
  2. No renuncies de inmediato, si tienes un trabajo estable, busca otro camino sin necesidad de dejarlo desde el primer momento.
  3. Por ejemplo, si quieres darle un giro a tu perfil profesional, puedes formarte online sin necesidad de invertir demasiado tiempo. Compaginándolo con el trabajo con una jornada intensiva y verás como te acercas más a tu objetivo para luego buscar otra salida profesional que te guste más.
  4. Otra opción es intentar cambiar lo que no te guste del trabajo, siempre y cuando esto sea posible. Comprométete, intenta mejorar el ambiente o habla con un superior para gestionar mejor tus funciones y que encajen mejor con tu perfil profesional. Puede ser que no sea un cambio inmediato, pero siendo optimista, marcando objetivos y una rutina clara de trabajo quizás las cosas empiecen a cambiar poco a poco de manera que te sientas más cómodo formando parte de la plantilla. Cambiar de actitud puede facilitarte las cosas y no permitas que una serie de sentimientos negativos se apoderen de ti, sé profesional y persigue tus metas profesionales.
  5. Cada mes aplícate objetivos, retos y metas para superarte profesionalmente, aunque sea a nivel personal e individual puedes motivarte así y querer superarte puede ser un gran idea para poder reconducir un puesto de empleo que te ha quemado.
  6. Por otro lado, puedes incorporar nuevas funciones y tareas que te motiven más para relacionarlo con tu trabajo actual.
  7. Contar con compañeros de calidad y tener relaciones sociales más allá del trabajo puede ayudarte a sentirte mejor en el ambiente laboral y que la jornada no se te haga tan larga.
  8. Si tienes claro que no es tu sitio, puedes buscar otra oportunidad laboral. Reflexiona, piensa y define correctamente lo buscas, prepara tu CV, preséntate a las ofertas que mejor encajen con tu perfil. Si puedes, cambia de trabajo pero no dejes el que tienes hasta que la oportunidad de cambiar de trabajo se haga realidad.
  9. Si no te gusta tu empleo y te has cansado de trabajar para otros, también puedes emprender tu propia empresa y trabajar para ti, creando una empresa, un plan de negocio y mejorando todo lo que te hubiese gustado cambiar cuando tenías un puesto anterior. O incluso combinarlo, te aseguramos que no es un camino sencillo, pero puede ser mucho más satisfactorio.
  10. Una alternativa es cambiar de empleo sin cambiar de empresa, puedes quedarte con tu empleador pero cambiar de funciones y responsabilidades, dejando a un lado tu posición actual para adquirir otra que se adapte mejor al perfil profesional que quieres aspirar.

Si no haces nada para cambiar tu situación y determinar un camino laboral que te satisfaga de mejor manera, puedes quejarte pero no tomarás otro rumbo nunca. Son múltiples las alternativas a la hora de actuar, no obstante la clave es tomar una determinación y sopesar las opciones sin necesidad de sacrificar tu felicidad en el trabajo.