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El Síndrome del Estancamiento Laboral o, dicho de otra forma, el desgaste, agotamiento o aburrimiento en el trabajo es muy común entre los profesionales que llevan varios años trabajando en la misma empresa y desarrollando las mismas funciones. Habitualmente, cuando este síndrome aparece, se han pasado ya por otras dos etapas diferenciadas: el entusiasmo de comenzar una nueva actividad y el bienestar de dominar por completo esa actividad. ¿Padeces este síndrome y no sabes cómo acabar con él? Todas las claves para combatir el Síndrome del Estancamiento Laboral, a continuación.

Una vez ese dominio se extiende en el tiempo, y si no se producen cambios significativos, es posible que aparezca este síndrome, con síntomas de estancamiento profesional, que se caracteriza principalmente por la apatía, la desmotivación y la indiferencia frente al propio trabajo. Hay que dejar claro que este síndrome no conlleva inevitablemente que al empleado le haya dejado de gustar su trabajo, sino que su actitud frente a él ha cambiado, haciéndole mucho más complicado su desarrollo.

Cómo combatir el estancamiento laboral
Roman Samborskyi || Shutterstock

Pautas para dejar de sentirse estancado en el trabajo

Por este motivo, es fundamental saber identificar el Síndrome de Estancamiento Laboral y aplicar ciertas claves para superarlo, si es que tenemos claro que queremos continuar en nuestro puesto de trabajo. Esas claves son las siguientes:

1. Identificar el foco del desgaste

Igual que ocurre cuando tenemos una enfermedad, identificar el origen para combatirlo es fundamental. ¿Es tu jefe el que te impide sentirte motivado? ¿Te desmotiva tener un salario demasiado bajo? ¿O lo que te bloquea y desanima es no tener una ruta clara dentro de tu actividad diaria? Una vez respondida la pregunta, trata de buscar una solución, siempre dentro de tus posibilidades y pidiendo ayuda si es necesario.

2. Invertir tu papel en la empresa

Las personas que sufren el síndrome de estancamiento laboral tienden a convertirse en víctimas y a compadecerse continuamente. Revertir esta situación es indispensable si quieres liberarte de los síntomas de este síndrome. Piensa en positivo y conviértete en protagonista de lo que antes te hacía sentir víctima.

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3. Ser proactivo

En ese mismo sentido, ser más resolutivo en el trabajo te ayudará en gran medida a superar esta situación. Aporta soluciones, toma la iniciativa. No te quedes parado esperando que termine la jornada laboral para volver a casa, como haces cada día.

4. Establecer objetivos concretos

La motivación se recupera a base de objetivos, de marcarlos y alcanzarlos. Conseguir un logro genera una sensación muy positiva, que nos renueva por dentro y nos anima a seguir mejorando. No dejes de ponerte objetivos tú mismo, si tus jefes no te los plantean.

5. Invertir en formación

Aumentar tu formación con algún curso online o especializarte en algún campo que te interese dentro de tu sector puede hacer que te valores mucho más como profesional. Aunque en principio esa formación no tenga ningún objetivo, el simple hecho de adquirirla te animará sobremanera.

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6. Encontrar los puntos positivos

Llevas años en la misma empresa, y solo has comenzado a sentirte así en los últimos tiempos. ¿Qué era lo que anteriormente te permitía ser más feliz en tu trabajo? Recupera esos aspectos positivos de tu actividad que probablemente hayas ido olvidando por culpa de la rutina diaria.

7. Perder el miedo a cometer errores

Los errores más o menos recurrentes en el desarrollo de tu actividad es posible que hayan ido haciendo mella en tu autoestima o en la percepción que tienes de ti mismo. Pero debes saber que todo el mundo comete fallos, y no es algo de lo que avergonzarse. Si te equivocas, es porque lo has intentado. Y eso tus superiores lo valoran, aunque no te lo digan directamente.

8. Aprender a desconectar

Finalmente, y aunque parezca algo menor, contar con momentos para ti, para descansar y desconectar del trabajo al llegar a casa e incluso para realizar otra actividad que no esté relacionada con tu trabajo (ir al gimnasio en el descanso para la comida, por ejemplo) es clave para afrontar el resto de la jornada mucho más animado y motivado.

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