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Lo primero que tienes que saber es que el método de análisis denominado DAFO nació para evaluar la situación estratégica de las empresas en su conjunto, y así determinar las opciones estratégicas de futuro para ellas. Sin embargo, su gran utilidad y sencillez ha hecho que se utilice en muchos más ámbitos, incluso para evaluar profesionalmente a las personas o como técnica de búsqueda de empleo. Así pues, ¿cómo puedes aplicar un análisis DAFO en tu búsqueda de empleo? Presta especial atención.

Zivica Kerkez || Shutterstock

¿Se puede hacer un análisis DAFO para encontrar trabajo?

El análisis DAFO toma su nombre de las siglas de las cuatro áreas a estudiar: debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades. Estas áreas corresponden a un análisis interno de la empresa o individuo (debilidades y fortalezas) y otro externo (amenazas y oportunidades), lo que permite obtener una conclusión de cómo está la situación de esa empresa o individuo, para así poder elegir mejor lo que conviene hacer en adelante.

Para aplicar este método a tu propia situación profesional hay que adaptarlo, aunque, al final, el método es muy parecido.

Pero ¿resulta útil aplicar este método para buscar trabajo? La respuesta es sí, porque en las entrevistas de trabajo siempre se formulan preguntas relativas a qué cosas sabes hacer mejor o cuáles son tus fortalezas y también en qué te sientes menos preparado, o cuáles son tus debilidades. Por eso, conocer de antemano de la manera más exhaustiva posible estas cuatro áreas de tu perfil te da más confianza, al conocerte mejor a ti mismo, y es fundamental para el éxito de tu búsqueda.

Construcción de la marca personal
Eugenio Marongiu || Shutterstock

¿Cómo hacer un análisis FODA para buscar trabajo?

El análisis FODA (otra forma de denominar al análisis DAFO), es sencillo, pero es necesario que seas realista y no te engañes a ti mismo. Tienes que identificar bien el contenido que vas a tratar en cada una de las áreas. Primero, tenemos las características internas:

  • Debilidades: se trata de escribir una lista de aquellas características o incluso defectos que crees tener respecto al tipo de empleo que buscas. A veces, una debilidad no lo es para según qué tipo de trabajo, como ser tímido, por ejemplo. Pero lo peor es creer que no tienes ninguna. No solo no es creíble, sino que puedes proyectar una imagen de soberbia en la entrevista. A la vez, es deseable que sepas plantear tus debilidades con un poco de picardía y optimismo.
  • Fortalezas: igualmente se hace con las características positivas respecto al tipo de empleo. Por ejemplo, el conocimiento de herramientas ofimáticas, la experiencia en el sector, los idiomas, la disponibilidad para viajar, el carnet de conducir, contar con vehículo propio, etc. Conoce algunos ejemplos de fortalezas como trabajador para inspirarte y realizar un DAFO de tu marca personal muy profesional.

En ambos casos, se trataría de analizar estas características internas desde el punto de vista de lo que interesa a la empresa, más que desde tu perspectiva, ya que puede que tengas que responder a la pregunta sobre los puntos fuertes y débiles en la entrevista de trabajo. En cuanto a las características externas:

  • Amenazas: en general, son aspectos que escapan a nuestro control, pero que hemos de reconocer y contrarrestar. Se puede pensar en la crisis, en las pocas ofertas de empleo, en la mucha competencia… Pero, siendo más concretos, hay que analizar a nuestros competidores directos, cuántos de tu profesión quieren el mismo puesto, si la mayoría de ellos poseen un máster y tú no, si a causa del cambio tecnológico tu profesión es cada vez menos demandada…
  • Oportunidades: también son elementos externos a ti, pero pueden beneficiarte y derivan del tipo de trabajo al que aspiras, como por ejemplo si tendrás más tiempo libre gracias a un horario intensivo y podrás formarte mejor o aprender idiomas, si tendrás la oportunidad de hacer nuevos contactos, etc.

Un buen consejo es que los cuatro apartados los conformes con sinceridad, pero también con algo de astucia. Al fin y al cabo ¿quién mejor que nosotros para ‘vendernos’?

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