Lo más habitual es que la mayoría de currículums se caractericen por enumerar una serie de experiencias, de puestos de trabajo y, en algunos casos, también una serie de cursos realizados. Sin embargo, siguiendo esta técnica no se logrará destacar frente al resto de candidatos. Es muy posible que la gran parte de estos documentos sean muy similares entre sí y que, por tanto, pasen desapercibidos y no llamen la atención de los reclutadores o encargados de seleccionar al personal de las empresas. Por este motivo, una buena solución es apostar por un currículum por proyectos y destacar los hitos más importantes en los que se haya participado en anteriores experiencias laborales. Te explicamos, a continuación, cómo incluir tu participación en proyectos en el currículum. ¿Estás preparado/a?
Cómo describir los proyectos de tu currículum
En primer lugar, selecciona solo aquellos proyectos que tienen que ver directamente con la actividad de la empresa en la que quieres trabajar y con las funciones que desarrollarás en el puesto en cuestión. Como mínimo, trata de orientarlos en ese sentido. Ten en cuenta que no adaptar tu currículum al puesto de trabajo al que aspiras y destacar proyectos profesionales que nada tienen que ver con lo que pretendes conseguir puede llegar a resultar contraproducente.
El segundo consejo está relacionado con el contenido de la descripción de cada proyecto. Trata de ser lo más concreto posible, es decir, no emitas una descripción general del proyecto. En su lugar, enumera los objetivos específicos que se pretendían conseguir y que, gracias a tu trabajo, se lograron. Para ello, no dudes en recurrir a cifras y datos cuantificables, pues estos son los logros en el currículum más memorables y los que más impresionan a los reclutadores.
Es importante también que identifiques qué errores o puntos débiles se pretendían corregir con la puesta en marcha del proyecto. De esta forma, quien lea tu currículum podrá percibir con mayor claridad hasta qué punto fue positiva y beneficiosa tu participación en el proyecto y qué aportaste a la empresa. Será vital que establezcas una relación directa y lógica entre la carencia o el objetivo del proyecto y el trabajo realizado por tu parte. De nuevo, aquí será muy importante el uso de cifras y datos cuantificables.
Por supuesto, si el proyecto incluía unos objetivos previstos y con tu participación lograste mejorarlos, será positivo que lo indiques. Por ejemplo, si el objetivo del proyecto era reducir las quejas de los clientes en un 15 %, y con las acciones que llevaste a cabo lograste una reducción del 25 %, no dejes de destacarlo.
Consejos para añadir los proyectos realizados en el Curriculum Vitae
También es posible que tú o todo tu equipo recibáis algún tipo de reconocimiento o premio por la labor realizada. Pueden ser premios o galardones internos, otorgados por la propia empresa (como primas o extras aplicadas a la nómina), pero también pueden ser premios que otorguen otras organizaciones. Esto puede suceder, por ejemplo, en el ámbito de la creatividad publicitaria. En numerosos eventos y concursos se otorgan premios profesionales a las campañas publicitarias más creativas o eficaces, lo que proporciona prestigio y reconocimiento profesional.
Por último, ten en cuenta que puedes elegir presentar los proyectos por orden cronológico o bien por tipología. También es importante que especifiques la duración de cada proyecto y en cuánto tiempo se lograron alcanzar los objetivos previstos.
Otra buena idea es organizar la descripción de cada proyecto por preguntas y respuestas. Por ejemplo: ¿cuál era el objetivo del proyecto?, ¿cuánto duró el proyecto?, ¿cuál fue mi aportación en el proyecto?, ¿cuáles fueron los logros aportados en el proyecto?
Si te decantas por esta presentación de currículum y sigues estos consejos, no solo lograrás que el tuyo destaque frente al resto, sino que permitirás que quien lo lea se haga una idea muy clara y concreta de lo que tú, como profesional, podrás aportar a su empresa.