La formación juega un papel fundamental para los estudiantes que están construyendo su futuro laboral, para los desempleados y para los trabajadores que quieren aumentar sus conocimientos con el propósito de mejorar en su trabajo.
En este sentido, la figura del formador profesional es determinante. Nos referimos a los profesionales que tienen la función de orientar a las personas sobre formación e inserción laboral. Para ello, cuentan con el curso formador ocupacional que les aporta las herramientas necesarias para asesorar a estudiantes, desempleados y trabajadores. De este modo, al elegir una formación adecuada, todos ellos podrán mejorar su empleabilidad y sus salidas laborales.
A continuación, comentamos cuáles son las principales funciones y habilidades que definen a un formador ocupacional.
Funciones del formador ocupacional
Este profesional se encarga de planificar y desarrollar un conjunto de acciones de formación para mejorar las competencias profesionales de las personas. Sus objetivos y funciones son los siguientes:
- Impartir clases y programas enfocados en la formación.
- Elaborar materiales, recursos didácticos y pruebas de evaluación.
- Adaptar los contenidos de los cursos en función de las necesidades de los alumnos.
- Evaluar y asesorar a los alumnos.
- Conocer los itinerarios formativos y las salidas profesionales de cada sector para poder orientar al alumnado.
- Saber cuáles han sido las últimas modificaciones legislativas en el ámbito de la educación y el sector laboral.
Del mismo modo, otro ámbito que permite ayudar a los alumnos a encontrar un futuro laboral estable es el empleo público. Para ello, los profesionales deberán acceder a los cursos homologados para oposiciones para poder impartir este tipo de formación.
Habilidades esenciales para este perfil profesional
Por otro lado, además de tener la formación adecuada, un buen formador profesional también deberá reunir una serie de habilidades profesionales:
Capacidad de organización y planificación
Si hay algo esencial que debe tener un formador es saber adaptar las clases y los cursos que imparte. Para ello, resulta de gran importancia tener una buena capacidad de planificación y organización, tanto de las clases como de los temarios, recursos didácticos y evaluaciones.
Conocimiento de diferentes métodos y técnicas formativas
Otro aspecto a destacar es que no todos los alumnos tienen las mismas necesidades y objetivos. En este caso, implementar diferentes métodos y técnicas formativas ayudará a que el alumnado asimile mejor los conocimientos. De esta manera, podrán mejorar sus capacidades y obtener unos mejores resultados en la búsqueda de empleo.
Saber estructurar su discurso y tener una buena expresión verbal
Tener una buena capacidad para desarrollar sus ideas y comunicarse con los alumnos es fundamental. De este modo, las personas podrán captar mejor la información que quiere explicar el profesional, facilitando la asimilación de los contenidos y materias.
Para lograr una buena estructuración del discurso y de las ideas, tener una buena expresión verbal será otro de los elementos más importantes. Esto hace referencia a poder expresar los contenidos de las clases de forma clara, sencilla y precisa.
Enseñanza de las principales aptitudes y habilidades profesionales
Además de la formación necesaria de cada perfil profesional, un trabajador debe adquirir una serie de habilidades y aptitudes profesionales. En este caso, hablamos de la importancia de aprender a trabajar en equipo, enfrentarse a la resolución de problemas, saber adaptarse a nuevos escenarios laborales y gestionar de forma adecuada las etapas de gran carga de trabajo.
Ahora ya conoces cuáles son las funciones que realiza un formador profesional y la importancia que tiene en la mejora de las competencias profesionales de las personas. Sin duda, apostar por la formación continúa es un aspecto fundamental tanto para desempleados y trabajadores.